Bereshit 2:15 (2:18) – La mujer como ayuda idónea

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BERESHIT 2:15 (2:18) – LA MUJER COMO AYUDA IDÓNEA


Bereshit 2:15 (2:18) –  Y יהוה Elohim dijo: “—No es bueno que el hombre sea solamente uno; haré ayuda conyugal para él.”


Después de valorar negativamente la soledad del varón, יהוה dijo que le haría una ayuda. De modo que, podemos afirmar que eso era lo que el varón necesitaba, y así lo confirma el final del verso 17. Luego, sabemos por el relato que esta ayuda fue la varona, pues es a quien יהוה hizo después, pero ¿en qué sentido debemos entender esta afirmación?

Tal y como venimos considerando, la varona fue la ayuda que יהוה le hizo al varón, y no una cualquiera, sino la ayuda idónea, tal y como se lee en algunas traducciones, pero la pregunta es: ¿en qué tenía que ayudarle?[1] Ver el significado de las palabras que se usan en hebreo para “ayuda idónea”, nos ayudará a entender mejor el propósito de la varona.

La primera palabra es ayuda, que en hebreo es ézer y significa justamente eso, ayuda o socorro.

ÉZER – H5828
עזר
De H5826; ayuda.
Puede traducirse por: ayuda, ayudador, ayudar, socorrer, socorro.

Ahora, algo llamativo es que, en varios versos, esta palabra se aplica a יהוה para referirse a la ayuda que Él ofrece a su pueblo (Bereshit 49:25; Tehillim/Salmos 10:14; 37:40; Yeshayah/Isaías 41:10). Y esto es importante tenerlo presente, porque por esta palabra suele subordinarse a la mujer. Entonces, si la mujer tuviera que estar subordinada al varón, por ser su ayuda, ¿significa esto que יהוה tiene que estar subordinado a su pueblo, por haber sido su ayuda?

Sigamos con la segunda palabra, idónea. En español idóneo/a significa que algo es adecuado y apropiado para algo (RAE). Pero ese significado no recoge el sentido del hebreo, porque en hebreo la palabra es négued y no significa idónea en ninguna de sus acepciones o posibles traducciones, tal y como puede verse:

NÉGUED – H5048
נגד
De H5046; frente, i.e. parte opuesta; espec. contraparte, o cónyuge; usualmente (adv., espec. con prep.) en contra de o antes.
Puede traducirse por: adelante, delante, de, desde, en dirección a, enfrente, lejos (de), presencia, vista.

Pero si esto es así, entonces ¿por qué la palabra négued se ha traducido por idónea? Es posible que una de las razones sea por su difícil traducción. De hecho, si unimos las dos palabras (ézer+négued) el resultado es extraño, y da lugar a algunas ideas difíciles de encajar, ya que quedarían frases como: “ayuda frente a él”, “ayuda que sea su contraparte”, o “ayuda en su estimación”; por no decir, “ayuda contraria a él”. Sin embargo, la palabra négued en hebreo tiene otro acepción, tal y como se puede ver en el recuadro, que clarifica el sentido; éste otro significado es el de cónyuge. Si a ello le añadimos la palabra ayuda, el resultado sería “ayuda conyugal”, es decir, alguien que ayuda a otro a llevar un yugo y, por tanto, lo comparten.

Una imagen que ilustra este concepto es la de dos bueyes arando el mismo campo y en la misma dirección, ayudándose el uno al otro con la misma carga. Todo ello, sin duda, es una referencia al matrimonio, y en el huerto de Eden hubo un matrimonio, aquel que יהוה hizo (Bereshit 2:21 [2:24]). Y ambos, tanto el varón como la varona, tenían un mismo yugo, aquel que יהוה les encomendó (Bereshit 1:28).

Así que cada vez que leamos que la mujer fue creada para ayudar al varón, no pensemos en un ser subordinado desde el principio, sino en alguien edificada del costado del varón para llevar así el yugo divinamente ordenado: el gobierno de la tierra y sus criaturas.

Bienvenido al origen.

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[1] En el huerto de Eden no había casa que limpiar, polvo que quitar, suelo que barrer, platos que fregar, niños que criar, ropa que lavar, planchar, doblar y guardar, comida que cocinar… Por tanto, a la luz de Bereshit 1 y 2, no se le puede atribuir a la varona ninguno de los roles que aún se le atribuyen en la sociedad española del siglo XXI, ni otras sociedades similares, puesto que el contexto es completamente diferente y, mientras que el nuestro está completa y absolutamente afectado por el pecado y sus consecuencias (Bereshit 3), la relación entre varón y varona en el huerto de Eden carecía absolutamente de cualquier afección del mismo. De manera que cualquier idea machista o feminista, o hembrista por supuesto, es completamente ajena al texto y por tanto, la ayuda que la varona prestaba al varón deberá ser definida, única y exclusivamente por la propia palabra de יהוה.

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