Bereshit 4:4-5 – Caín y Abel: Entendiendo la mirada de יהוה

comentario-bereshit-genesis-4-4-5-cain-y-abel-entendiendo-mirada-yhvh

BERESHIT 4:4-5 – CAÍN Y ABEL: ENTENDIENDO LA MIRADA DE יהוה


Bereshit/Génesis 4b-5a – Y יהוה miró a Hébel y a su ofrenda; y no miró a Cayín y a su ofrenda.


1. LA MIRADA DE יהוה A LA LUZ DE OTROS PASAJES BÍBLICOS

Ya hemos visto que יהוה valoró tanto a los oferentes como a las ofrendas, y también los posibles motivos por los que miró a Hébel/Abel y a su ofrenda, pero no a Cayín/Caín y a su ofrenda. Ahora bien, para que los protagonistas de nuestro relato entendiesen que esto había sido así, algo tuvo que ocurrir, pero ¿qué pudo ser? ¿Quizá algo milagroso, como que descendiera fuego del cielo sobre el sacrificio de Hébel/Abel? Es más que probable, יהוה tiene todo el poder para hacer eso, tal y como se puede apreciar en el enfrentamiento entre Eli’Yah/Elías y los profetas de Baal (Melahim Álef/1 Reyes 18:20-40). Sin embargo, cuando consideramos la mirada de יהוה a la luz de otros pasajes de las Escrituras, en los que también aparece este acto divino, nos vemos obligados a ir en otra dirección.

Por ejemplo, cuando Yaaqob/Jacob recibió como esposas a Leah/Lea y a Rahel/Raquel, Lea fue menospreciada; יהוה lo vio y le dio hijos, el primero Reubén/Rubén, y le llamó así porque entendió que  יהוה había mirado su aflicción (Bereshit/Génesis 29:31-32).

Otro caso lo vemos en el libro de Shemot/Éxodo; su autor concluye que יהוה miró a su pueblo porque les mandó un libertador, Mosheh/Moisés (Shemot/Éxodo 2:25); pero a su vez, menciona que el campamento egipcio fue trastornado por la misma razón, יהוה lo miró (Shemot/Éxodo 14:24-25). De modo que, la mirada de יהוה puede tener efectos tanto positivos como negativos, seguramente en función de si esta es de complacencia o desaprobación.

También leemos en Melahim Bet, el segundo libro de los Reyes, que יהוה respondió la oración de Yehoahaz/Joacaz dando un salvador a Yisra’El/Israel, y la razón, de nuevo la misma, porque יהוה miró la aflicción de su pueblo (Melahim Bet/2 Reyes 13:4-5).

Y aún hay más; cuando el rey David censó al pueblo, יהוה, descontento por ello, le propuso tres cosas, de entre las cuales David escogió la espada de יהוה por tres días, esto es, la peste. Después de que murieran setenta mil hombres, יהוה envió el ángel a Jerusalén para destruirla, pero cuando estaba destruyendo, יהוה miró y se arrepintió de aquel mal, de tal manera que ordenó el cese de la mortandad (Divrei Hayamim Álef/1 Crónicas 21:15). Así que la destrucción se detuvo porque יהוה miró.

Y un último ejemplo en el libro de Iyov/Job, el protagonista concluyó que la mirada de יהוה se había agravado sobre él por los padecimientos que le sobrevinieron, de ahí que quisiera que יהוה apartase su mirada de él (Iyov/Job 7:19).

A la luz de estos episodios, podemos ver la pauta que las Escrituras establecen en cuanto al mirar de יהוה y es que todo acontecimiento en el plano natural, fuera este deseado o no, se atribuía al obrar de un Dios soberano, como no puede ser de otro modo, y a ese obrar se alude con el antropomorfismo de la mirada.

Ahora bien, volviendo a nuestro relato y retomando la pregunta que hacíamos al inicio de este punto, puesto que יהוה miró a Hébel/Abel y no a Cayín/Caín, ¿qué pudo ocurrir que hiciera reconocible que efectivamente así fue?

2. DEVARIM/DEUTERONOMIO 28 COMO APLICACIÓN DE LAS IMPLICACIONES DE LA MIRADA DE יהוה EN EL RELATO DE BERESHIT/GÉNESIS 4

En el capítulo 28 del libro de Devarim/Deuteronomio encontramos las bendiciones de la obediencia y las maldiciones de la desobediencia. A medida que consideremos algunos aspectos del mismo, nos daremos cuenta que realmente funciona como uno de los capítulos paradigmáticos para entender lo que pudo ocurrir en el capítulo que nos ocupa.

La primera referencia la tenemos en el verso 1, Mosheh/Moisés le dijo a Yisra’El/Israel que si obedecía a יהוה, Él los exaltaría sobre todas las naciones de la tierra (Devarim/Deuteronomio 28:1). Aunque las palabras en hebreo son distintas, esta promesa, es un claro eco de lo que יהוה dijo a Cayín/Caín en Bereshit/Génesis 4:7, ya que la idea es la misma en ambos textos, la obediencia es necesaria para la exaltación.

A partir de ahí, Mosheh/Moisés continuó hablando sobre todas las bendiciones que vendrían si el pueblo obedecía. Entre otras, se menciona que sería bendito el fruto de su tierra, y de sus animales, la cría de sus vacas, y los corderos de su rebaño, y que יהוה los haría abundar en bienes, en el fruto de sus animales y en el fruto de su tierra (Devarim/Deuteronomio 28:4, 11). Curiosamente, estas bendiciones tienen una relación muy directa con las profesiones de nuestros protagonistas, Hébel/Abel era pastor de ovejas y Cayín/Caín labrador de la tierra.

Después de mencionar las bendiciones, a partir del verso 15, Mosheh/Moisés empezó a nombrar las maldiciones que vendrían si el pueblo no obedecía. Entre esas maldiciones, algunas afectaban directa y explícitamente al trabajo en el campo; por ejemplo:


“Maldito serás en el campo.” (28:16).

“YHVH te herirá (…) con sequía, con calamidad repentina y con añublo (…) Tus cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y de hierro la tierra que está debajo de ti. En lugar de lluvia, YHVH dará a tu tierra polvo y ceniza, los cuales descenderán de los cielos sobre ti.” (28:22-24).

“Sacarás mucha semilla al campo, pero recogerás poco, porque la langosta la devorará. Plantarás viñas y las cultivarás, pero no beberás el vino ni serás alegrado con ello, porque se las comerá el gusano. Tendrás olivos en todo tu territorio, pero no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se desprenderá.” (28:38-40).

“La langosta devorará toda tu arboleda y el fruto de tu tierra.” (28:42).


Y todo esto vendría:


“Por cuanto no serviste a YHVH tu Elohim con alegría y con gozo de corazón, cuando abundaba todo.” (28:47).


Así que, mientras la obediencia conllevaría exaltación, el no servir a יהוה con alegría y gozo traería maldiciones, entre ellas, las que hemos leído. Y es que tal y como nos dice el apóstol:


“Dios ama al dador alegre.” (2 Corintios 9:7, BTX4).


Pero, hasta donde sabemos, Cayín/Caín no fue ese dador; él dio con incredulidad, avaricia y altivez, luego, no sirvió con alegría y gozo de corazón, por tanto, tenemos otra razón más que hace que sea más que probable, que sobre él vinieran las maldiciones escritas en Devarim/Deuteronomio 28, y que fuera de ese modo cómo se tradujo la mirada de יהוה sobre los dos hermanos. De manera que lo que pudo ocurrir, después del ofrecimiento de las respectivas ofrendas, fue que el ganado de Hébel/Abel empezó a crecer, a multiplicarse, a ser cada vez más y mejor; mientras que con el sembrado de Cayín/Caín ocurrió todo lo contrario, empezó a deteriorarse y a echarse a perder, ya fuera o bien a causa de alguna sequía o bien por alguna plaga.[1] Así, mientras Cayín/Caín se arruinaba, su hermano prosperaba; y por ello supieron que יהוה había mirado a Hébel/Abel y a su ofrenda, pero que no había mirado a Cayín/Caín y a la ofrenda suya.

ENTENDIENDO LA MIRADA DE יהוה
יהוה MIRÓ A HÉBEL/ABELיהוה NO MIRÓ A CAYÍN/CAÍN
Hébel/Abel prosperó
(יהוה bendijo su rebaño)
Cayín/Caín se arruinó
(יהוה maldijo su campo)

Sin ninguna duda, que pasase algo semejante, enfurecería a cualquiera, cuanto más si se trata de Cayín/Caín, pues sólo hay que recordar quién era él, o quién creyó ser debido a la expectativa materna, en relación a su hermano, y de ahí su descomunal enfado.

Bienvenido al origen.

Siguiente >


[1] Las causas por las que el sembrado de Cayín/Caín sufrió daños, son sólo una posibilidad, pero una plaga tendría mucho sentido, no sólo por lo citado en Devarim/Deuteronomio, sino porque en las Escrituras el juicio de יהוה se puede expresar así (véase las plagas de Mitsraim/Egipto o las narradas en el libro de Amós y Yo’El/Joel). Sin embargo, si la causa hubiese sido la sequía, la diferencia entre la prosperidad de Hébel/Abel y la ruina de Cayín/Caín hubiese sido aún más evidente, los pastos de Hébel/Abel verdes y florecientes, mientras que la cosecha de Cayín/Caín completamente seca y arruinada; este contraste se ve por ejemplo en Amós 4:7: “También os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la parte sobre la que no llovió, se secó.” (RV1960).

Deja un comentario