BERESHIT 1:20-23 – EL BULLIR DE LAS AGUAS
Bereshit/Génesis 1:20-23 – Y Elohim dijo: “—Bullan las aguas enjambres de almas vivas, y ave que vuele sobre la Tierra, sobre la faz de la expansión, en los Cielos.” Y Elohim creó los grandes monstruos y toda alma viva que se mueve, que las aguas bulleron según su género, y toda ave alada según su género. Y Elohim vio que era bueno. Y Elohim los bendijo diciendo: “—Fructificad y aumentad, y llenad las aguas de los Mares, y el ave multiplíquese en la Tierra.” Y fue la tarde y la mañana el Día quinto.
Cuando consideramos Bereshit/Génesis 1:1, vimos que el verbo bara/crear se usaba para hablar de 3 creaciones: los Cielos y la Tierra, las criaturas acuáticas y volátiles, y la humanidad. Por tanto, en este fragmento vuelve a aparecer el verbo bara, concretamente en 1:21, y no sólo éste verbo, sino también toda la estructura hebrea que encontrábamos en 1:1: Bara Elohim Álef Tau.[1]
ברא אלהים את |
De modo que si articulamos el capítulo 1 en torno a ésta declaración, surgen 3 grupos en función de sí tienen alma o no, y de sí, aun teniendo alma, han sido creados a imagen de Elohim o no. Los grupos son los siguientes:
1. Lo inanimado. Esta sección va desde el 1:1 hasta el 1:19 y refiere a aquellos elementos que no tienen alma: la luz, los Cielos, la Tierra, las plantas, los árboles con semilla, y las lumbreras.
2. Lo animado o animal sin imago Dei. Esta sección abarca desde el 1:20 hasta el 1:25 e incluye a todas las criaturas con alma, pero que no han sido creadas a imagen de Elohim: las acuáticas, las que vuelan, los reptantes y los cuadrúpedos.
3. Lo animado con imago Dei. Esta sección está en el 1:27 y es exclusiva de las criaturas con alma creadas a imagen de Elohim: el género humano.
3 SECCIONES CREATIVAS DE BERESHIT/GÉNESIS 1 |
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1. LO INANIMADO | 2. LO ANIMADO SIN IMAGO DEI | 3. LO ANIMADO CON IMAGO DEI |
Así que en este punto del relato estamos ante la creación de lo animal, aquello que tiene alma, pero sin imago Dei. Por tanto, la vida proviene del agua, tal y como se sostiene en ámbitos científicos y que viene a confirmar lo dicho en las Escrituras.
Prestemos atención a la orden de יהוה, Él dijo: “—Bullan las aguas[2] enjambres de almas vivas.” ¡Qué imagen! ¿Verdad? Las aguas borboteando, como cuando hierve dentro de una olla, multitudes de criaturas acuáticas; exactamente multitudes de almas vivas, una denominación muy interesante, pues por primera vez en todo el relato, Elohim crea algo con alma tal y como acabamos de ver en las tres secciones anteriores.
Ahora bien, ¿qué significa que las criaturas acuáticas y volátiles son almas? ¿Cómo se define el alma en las Escrituras?
El alma, en algunas religiones y culturas, es la sustancia espiritual e inmortal de los seres humanos, por tanto, es exclusiva de nuestra especie; los animales no tienen alma en este sentido de la palabra. Pero la palabra alma en hebreo tiene otro sentido. En hebreo se usa la palabra néfesh, la misma palabra que a veces se traduce por ser o seres, y cuya raíz es nafásh. [3]
El significado de estas dos palabras es el siguiente:
NÉFESH – H5315 |
NAFÁSH – H5314 |
Por tanto, a la luz de néfesh y nafásh, la palabra alma ha de entenderse como el principio que da forma y organiza el dinamismo vegetativo, sensitivo e intelectual de la vida. ¿Y cuál es este principio? Hay un pasaje muy clarificador al respecto. Después del diluvio de aguas, cuando Nóah/Noé, su familia, y los animales salieron del arca, יהוה estableció un pacto con ellos y su simiente; entre otras cosas, prohibió la ingesta de sangre, y lo hizo por una razón muy importante, vital incluso:[4]
“Ciertamente no comeréis carne con su alma,[5] su sangre; y ciertamente demandaré vuestra sangre, vuestras almas.” (Bereshit/Génesis 9:4-5).
יהוה reveló que el alma es la sangre. Luego, comer sangre es comer alma, es comer vida, el néfesh de la criatura,[6] así de sencillo. Algo que concuerda con la instrucción de יהוה que aparece en el libro de Vayikrá/Levítico. En aquella ocasión también le dijo a su pueblo que se abstuvieran de comer sangre, por la misma razón que estamos considerando: la sangre es el alma.
“Porque el alma de la carne está en la sangre, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona. Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que mora entre vosotros comerá sangre. (…) Porque el alma de toda carne es su sangre; por tanto, he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque el alma de toda carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado.” (Vayikrá/Levítico 17:11-14, RV1960. Énfasis añadido).
Así que el néfesh de toda carne es la sangre, y יהוה la dio para expiar, nunca para comer.[7]/[8]
Ahora bien, volviendo a nuestro texto, las aguas, además de almas vivas, también tenían que bullir criaturas volátiles. Por tanto, los animales alados también provienen del agua pero todo viene de Él, también los grandes monstruos, los tannín o tannim[9] en hebreo.
TANNÍN o TANNIM – H8577 |
Sobre las almas vivas que se mueven o serpentean, no debemos pensar solamente en los peces, sino en todas las criaturas acuáticas, tanto de mares como de ríos y/o lagos. Y con respecto a las aves aladas, habría que entenderlo no sólo como una referencia a los pájaros sino a todas las criaturas con alas, incluidos los insectos.[10] A todos ellos, יהוה los hizo según su género y, después de ver que aquello era bueno, los bendijo con el don de la fecundidad, para que las criaturas acuáticas se multiplicasen en los Mares, y las que vuelan lo hicieran en la Tierra; con esa dádiva del Eterno terminó el quinto Día.
Bienvenido al origen.
[1] “Bara Elohim Álef Tau” también aparece en la creación de la humanidad (1:27).
[2] Muchas traducciones y revisiones bíblicas traducen: “Produzcan las aguas.” Pero en hebreo el producir de 1:20 es distinto al producir de 1:11 y de 1:24. En Bereshit/Génesis 1:11 la Tierra tiene que retoñar o brotar; en 1:20 las aguas tienen que bullir o hervir; en 1:24 las criaturas tienen que salir de la Tierra. Vemos pues que el verbo varía en función de la materia y de lo producido, otorgando así propiedad al hablar de יהוה.
[3] Estas dos palabras: “néfesh” y “nafásh” son fundamentales para entender la biología del hombre y su relación con el día de reposo. Ya que un “néfesh” necesariamente necesita hacer “nafásh” (Shemot/éxodo 31:16-17).
[4] Tanto más vital se vuelve cuando a la luz de Qohélet/Eclesiastés 12:7, como de otros pasajes, se entiende que el “rúah” (espíritu) y el “néfesh” son términos sinónimos, y que le pertenece a יהוה.
[5] Otras traducciones y revisiones bíblicas traducen vida en lugar de alma. La palabra hebrea para alma, o vida según la traducción, es “néfesh” cuyo significado ya ha sido considerado.
[6] Esta prohibición aplica exclusivamente a la ingesta de sangre, en ningún momento implica la prohibición de donar sangre. Pensemos que el mismo Yehoshúa/Jesús de Nazaret derramó su sangre para que tuviésemos vida.
[7] De ahí que la sangre del Mesías, su “néfesh”/alma, pueda servir de medio expiatorio. (Yesha’Yah/Isaías 53:10).
[8] Este mandato es previo a la Torah dada en el Sinaí y aparece en los escritos apostólicos como una de las prohibiciones para los gentiles que venían a formar parte del pueblo de Yisrael/Israel (Hechos 15). Luego, es una prohibición que aplica a todas las personas, con independencia de su raza o religión, y de una forma más restrictiva, si cabe, al pueblo de יהוה.
[9] Para más información acerca del término “tannín” o “tannim” véase las siguientes citas: Shemot/Éxodo 7:9; Tehillim/Salmos 74:13; Yeshayah/Isaías 27:1; Yehezquel/Ezequiel 29:3.
[10] Es interesante notarlo, en especial para respetar las categorías y divisiones que se establecen en el libro de Vayikrá/Levítico 11.
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