BERESHIT 2:15 (2:18) – LA SOLEDAD DEL VARÓN
Bereshit 2:18 – Y יהוה Elohim dijo: “—No es bueno que el hombre sea solamente uno…
En Bereshit 1 יהוה valora su creación un total de 7 veces[1] (Bereshit 1:4, 10, 12, 18, 21, 25, 31), todas positivas y una de ellas en grado superlativo, todo lo que Elohim había hecho era bueno en gran manera (Bereshit 1:31). También sabemos que la palabra bueno en hebreo, apunta tanto a la estética (hermoso) como a la ética (bueno), y en el libro de Qohélet/Eclesiastés se nos dice que Elohim todo lo hizo hermoso en su tiempo (Qohélet/Eclesiastés 3:11). De modo que el escenario es idílico, no se podría pensar en algo mejor. Sin embargo, en este fragmento encontramos una valoración realmente relevante por los siguientes aspectos:
1. יהוה es su autor.
Es יהוה quien hace esta valoración, así que no es la opinión de cualquiera, sino la propia opinión del Altísimo.
2. Es única y negativa.
No hay otra valoración negativa en toda la creación, un hecho que contrasta cuando se tiene en cuenta las 7 valoraciones positivas mencionadas.
3. Es posterior al señorío del hombre.
El señorío desempeñado por el varón fue una tarea de grandes dimensiones: poner nombre a toda vida del campo y a las aves. Eso implica un número descomunal de criaturas que, en algunos casos, habría que multiplicar por dos: macho y hembra.
4. Está hecha en el huerto de Eden.
Recordemos que el huerto de Éden era un símbolo del santuario de יהוה.
5. Es anterior a la caída.
Por tanto, antes de la entrada del pecado y de la muerte en el mundo, hay algo que no era bueno, ni hermoso.
Ahora bien, ¿qué es aquello que יהוה valoró como “no bueno”? La soledad del varón; sin embargo, esto necesita ser matizado, ya que el hombre no estaba solo en el sentido absoluto, contaba con la compañía de los animales y también con la mismísima compañía de יהוה. Entonces, ¿en qué sentido estaba solo?
Es importante recordar que hemos definido al género humano como “uno en el que hay varios”, y que la voluntad de יהוה era crear tanto al macho como a la hembra (Bereshit 1:26-27).[2] Empero, Él creó primero al macho, le dejó señorear en soledad, individualmente y sin ayuda, y luego se confirmó lo que יהוה ya sabía, que para que el género humano sea bueno, hermoso, debe ser macho y hembra, varón y varona, como una sola carne. Por tanto, el varón estaba solo en el sentido de una existencia individual, en lugar de una colectiva, y de ahí la traducción que proponemos en el presente comentario: no es bueno que sea solamente uno. De modo, que aquello que יהוה valoró como algo negativo, como algo que no era ni ético ni estético, era que el varón funcionara individualmente, es decir, que él solo señorease sobre lo creado.
Un claro ejemplo de hasta qué punto no es bueno el ejercicio de dominio de forma individual, lo encontramos en el libro de Shemot/Éxodo. Después que los hijos de Yisrael salieran de Mitsraim/Egipto, cuando Yitró/Jetro fue a visitar a Mosheh/Moisés, éste vio que Mosheh/Moisés estaba juzgando al pueblo sólo, sin ayuda de nadie. Ante esta situación, su suegro le dijo:
“¿Qué haces con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo y todo el pueblo viene a ti de la mañana a la tarde? (…) No haces bien. Desfallecerás, no solo tú, sino este pueblo que está contigo. El asunto es muy pesado para ti. No podrás hacerlo tú solo.” (Shemot/Éxodo 18:14, 17-18. BTX4. Énfasis añadido).
Así que, de la misma manera que no era bueno que Moshé/Moisés juzgara al pueblo él solo, tampoco lo era que el varón señorease sobre la creación solo, pues la tarea en ambos casos era demasiado pesada y traería consecuencias nefastas, y de ahí la valoración de יהוה: “no es bueno que el hombre esté solo (sea solamente uno).”
Ahora, esto puede plantear la siguiente pregunta, ¿es que acaso יהוה no sabía que esto no iba a ser bueno? Entonces, si lo sabía, ¿cómo es que lo hizo aún a sabiendas de ello? La idea de יהוה, desde el principio, fue crear al género humano completo, de ahí su decisión (Bereshit 1:26). Por tanto, en su mente ya estaba crear al varón y también a la varona, ella no fue un plan B; sin embargo, primero creó al varón y le hizo señorear sin la varona, y una vez ocurrió esto, creó a la varona, y esto por tres posibles razones:
1. Para nuestro conocimiento.
La Torá nos ha sido dada para revelarnos aquello que יהוה quería darnos a conocer. Así que no está escrita porque Él no supiera las cosas, sino para que todo aquel que se acerca con fe y humildad, pueda conocerlas. Con esta premisa en mente, podemos entender que el darnos a conocer su valoración negativa, es para que conozcamos su opinión con respecto al gobierno individual, y para que no creamos que podemos llegar a hacerlo con la aprobación divina, ya que la realidad es que necesitamos al otro para hacerlo, y es lo que יהוה considera bueno en gran manera.
2. Para predisponer al varón a recibir a la varona.
Al edificar a la varona, después de que el varón ejerciera dominio, éste pudo ver su necesidad de ser ayudado y así estar dispuesto a recibirla cuando le fuere dada y a alabar al Creador por ella. Ya que en caso contrario, al parecerle fácil la tarea, precisamente por la ayuda de la varona, podía llegar a pensar que no la necesitaba y a hablar contra su Hacedor.
3. Para Su gloria.
Todo lo que יהוה hace, sea de la consideración que sea, lo hace para su gloria. Aunque a menudo no entendamos su obrar, podemos estar seguros que éste le glorifica más allá de nuestra comprensión inmediata.[3]
Bienvenido al origen.
[1] Recordemos que el número 7 en la Escritura es símbolo de plenitud, de completo, de perfección.
[2] Para una relación entre el singular y el plural véase Bereshit 1:27; 5:2; Qohélet/Eclesiastés 7:29.
[3] Un claro ejemplo es el endurecimiento del Faraón para ir tras el pueblo (Shemot/Éxodo 14:4).
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