ET, EL MESÍAS EN EL PRINCIPIO
LA PARTÍCULA ET
Et es la cuarta palabra de Bereshit/Génesis 1:1. Por lo tanto, es la palabra central del versículo, ya que, si recordamos, el primer verso está conformado por siete palabras. Gramaticalmente es una partícula de complemento directo e indirecto. De manera que, a simple vista, no parece demasiada cosa. Entonces, ¿por qué prestarle atención? Aunque a nivel gramatical cumple su función, esto es algo que apenas tiene relevancia para nuestras vidas. Sin embargo, la partícula et revela al Mesías en el principio.
Bereshit/Génesis 1:1 – En el principio creó Elohim Álef-Tau los Cielos y la Tierra.
Transliteración |
Bræshyt bræ ælhym æt hshmym væt hærtz. |
Transcripción |
Bereshit bara Elohim et ha’shamayim ve’et ha’aretz. |
Hebreo consonántico no puntuado |
בראשית ברא אלהים את השמים ואת הארץ׃ |
La partícula et está compuesta por dos letras que son Álef y Tau. Álef es la primera letra del alfabeto hebreo, mientras que Tau es la última.
את |
Esta combinación de letras tiene su equivalencia en el idioma griego. Si tomamos el alfabeto griego veremos que la primera letra de este alfabeto es Alfa y la última es Omega.
AΩ |
De tal manera que Alfa y Omega es el equivalente griego del Álef Tau hebreo, pues en ambos casos se toma la primera y la última letra de sus respectivos alfabetos.
א = A |
ת = Ω |
EL MESÍAS ES EL ALFA Y LA OMEGA
Un dato relevante a este respecto, es que en Apocalipsis el Hijo del hombre afirmó ser el Alfa y la Omega:[1]
Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. (…) Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. (Apocalipsis 1:10-13, RV1960. Énfasis añadido).
Por tanto, puesto que el Hijo del hombre en toda su gloria y majestad es el Alfa y la Omega, y puesto que el Alfa y la Omega equivalen al Álef Tau, podemos concluir que el Hijo del hombre es el Álef Tau.
Entonces, si tradujéramos la partícula et a la luz del libro de Apocalipsis, el resultado sería éste:
En principio creó Elohim Álef Tau, el Alfa y la Omega, el Hijo del hombre en toda su gloria y majestad, los Cielos y la Tierra. (Traducción libre).
EL MESÍAS EN EL PRINCIPIO
Este hecho, que en el principio ya está el Principio en mayúsculas, concuerda perfectamente con la doctrina apostólica, ejemplificada en estos dos textos:
Porque (…) todas las cosas han sido creadas por Él y para Él, y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas subsisten en Él. (Colosenses 1:16-17, BTX4. Énfasis añadido).
“Pero respecto al Hijo: (…) Tú, Señor, en un principio fundaste la tierra, y los cielos son obras de tus manos.” (Hebreos 1:8, 10, BTX4. Énfasis añadido).
De tal manera que la partícula et revela al Mesías en el principio. Pues, nuestro Mesías es quien dio origen al principio de la creación, y de la revelación. Ya que, como hemos considerado, la revelación de יהוה trata sobre su casa, y ésta, no sólo se edifica para su Hijo, sino también por medio del Hijo (Hebreos 3:5-6).
Bienvenido al origen.
NOTAS:
[1] Véase también Apocalipsis 22:13 donde el Hijo se identifica como el Alfa y la Omega.
La Biblia Textual IV Edición será la única que incluya este Nombre Alef-Tav en su traducción.
Gracias por tu comentario José Mª. Actualmente existe una traducción que ya lo incluye. Se trata de la Biblia Kadosh.