BERESHIT 13:11 – ABRAM Y LOT SE SEPARAN

Después de un tiempo viajando juntos, a causa de su mucha riqueza y debido a una riña entre los pastores de uno y otro, Ab’Ram/Abram y Lot se separan. Aunque este acontecimiento no entraña ningún misterio, el uso de la guematría nos ayudará a descubrir una enseñanza maravillosa para nuestras vidas.

Bereshit 13:11 – Y marchó Lot al oriente, y se separó el varón de junto a su hermano.

La guematría de Ab’Ram/Abram (אברם  æbrm) es 243, mientras que el valor numérico de Lot (לוט lvt) es 45. Puesto que, en este verso Ab’Ram/Abram y Lot se separan, luego se queda sin su sobrino, lo que hacemos es restar la guematría de Lot a la de Ab’Ram/Abram. Es decir, 243-45. El resultado de esta operación es 198.

Curiosamente, hay un vocablo cuyo valor está muy cerca del 198. Se trata de la palabra justicia (צדקה tzdqh) y su guematría es 199.

Ahora bien, en otras ocasiones, al aproximarnos a la guematría de algunos términos y establecer relaciones a través de la misma, lo que ocurría era una coincidencia de valores. Sin embargo, esto no es lo que sucede aquí. Ya que el valor de Ab’Ram/Abram menos el de Lot es 198, mientras que el valor de justicia es 199. De modo que, está muy cerca pero no llega, apenas le falta 1. Entonces, ¿cuál es la enseñanza que podemos sacar de aquí?

El Santo, bendito sea, le había dicho a Ab’Ram/Abram que dejara su tierra, su parentela y la casa de su padre, lo cual incluía a su sobrino Lot (Bereshit/Génesis 12:1). Pero, aunque Ab’Ram/Abram salió, no lo hizo exactamente de la manera que le había sido ordenado, y se llevó a Lot con él (Bereshit/Génesis 12:5). Entonces, podemos decir que, de alguna manera, no obedeció al Eterno. Luego, estaba lejos de la justicia.

No obstante, al llegar a este punto en la vida del patriarca, encontramos que el cumplimiento de ese mandamiento, que tendría que haberse dado anteriormente, por fin se produjo. Ab’Ram/Abram y Lot se separaron, y al hacerlo, nuestro padre estaba más cerca de la justicia, pues avanzó en las demandas divinas.[1]

Así que, la lección que podemos aprender para nuestras vidas se puede resumir del siguiente modo:

Si nos separamos de lo que el Eterno quiere, entonces estaremos más cerca de Su justicia.

Bienvenido al origen.

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NOTAS:

[1] Entendemos que, en este momento de su vida, Ab’Ram/Abram estaba cerca de la justicia, pero que aún no había llegado, ya que no será justificado hasta el capítulo 15, como una profecía que se cumplirá con el ofrecimiento de Yitzhaq/Isaac.