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BERESHIT 21:2 – LA PATERNIDAD DE AB’RAHAM

Después de mencionar la concepción y el parto de Sarah/Sara, el texto continúa señalando el tiempo de la paternidad de Ab’Raham/Abraham.


Bereshit/Génesis 21:2 – Y Sarah concibió y engendró un hijo para Ab’Raham, en su ancianidad, en la solemnidad, según la palabra de Elohim.


EL TIEMPO DE LA PATERNIDAD

Dos datos se nos dan a este respecto. Uno es la etapa de la vida en la que se encuentra Ab’Raham/Abraham, es decir: la vejez.[1] Y otro es el tiempo señalado por יהוה. Ya que, un año antes, Él había visitado a Ab’Raham/Abraham y a Sarah/Sara, anunciando que al año siguiente, por este tiempo, nacería Yitzhaq/Isaac (Bereshit/Génesis 18). Y hay, al menos, dos enseñanzas que podemos tomar de aquí.

En primer lugar, podemos ver la relación existente entre los dos tiempos: el nuestro y el de Dios. El hecho de que Yitzhaq/Isaac naciera cuando Ab’Raham/Abraham era anciano, pudiera dar pie a pensar que era algo inapropiado. Probablemente, pensaríamos que ya no es edad para tener hijos. Pero, nada más lejos de la realidad. Puesto que, el hijo también nació en el tiempo señalado, moed (מועד) en hebreo. De modo que, la Escritura no sólo toma en cuenta la vejez de nuestro patriarca, sino que también toma en cuenta que el nacimiento de Yitzhaq/Isaac ocurrió en el tiempo de Dios.

El Eterno le había prometido a Ab’Raham/Abraham un hijo, una promesa que tardó más de veinticinco años en cumplirse. No obstante, aunque ya había pasado mucho tiempo, aunque nuestro patriarca era de edad avanzada, en el tiempo que יהוה determinó, la promesa se cumplió. Un acontecimiento que debe ser un referente para nuestro pueblo hoy, pues tal y como dice el profeta:


Y יהוה me respondió y dijo: Escribe la visión y escúlpela en tablillas, para que cualquiera la pueda leer con rapidez. Porque es aún visión para el tiempo señalado: ella hablará al fin y no será frustrada. Aunque tarde, aguárdala, porque sin duda vendrá, y no se retrasará. (Habaquq/Habacuc 2:2-3, BTX3. Énfasis añadido).


Curiosamente, en este pasaje, también se emplean las palabras “para el tiempo señalado”, lamo’ed (למועד) en hebreo; las mismas palabras que se emplean para hablar del tiempo en el que nació Yitzhaq/Isaac. Y el texto habla del cumplimiento de una visión que tuvo el profeta; igual que la visión que tuvo Ab’Raham/Abraham acerca de su simiente. Y nos dice que aunque tarde, debemos esperar su cumplimiento; igual que nuestro patriarca tuvo también que esperar. No obstante, la espera del cumplimiento de las promesas del Santo, bendito sea, no debe, ni puede estar basada en nuestros parámetros, sino en los de יהוה. Ya que, se cumplirán en el tiempo que Él ha determinado, en su moed (מועד). Por eso, el apóstol Pedro animó a los santos con estas palabras, diciendo:


El Señor no retarda la promesa, como algunos la consideran tardanza, sino que es paciente hacia vosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. (2 Pedro 3:9, BTX3).


Por lo tanto, tomemos este tiempo de paciencia divina, para arrepentirnos y llamar a otros a lo mismo, por medio de nuestro Mesías Yehoshúa/Jesús de Nazaret. Ya que, es a quien el Eterno exaltó con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Yishra’El/Israel arrepentimiento y perdón de pecados (Hechos 5:31).

En segundo lugar, también podemos aprender que los hijos debemos, de algún modo, estar presentes durante la ancianidad de nuestros padres. Según el texto hebreo, la frase “en su ancianidad” también podría traducirse por “para su ancianidad” (לזקניו), puesto que, como vimos en el verso anterior, la preposición hebrea lamed (ל) permite que se vierta así. Luego, según esta posibilidad, deberíamos entender que el hijo no sólo nació en una etapa de la vida, sino para esa etapa. Es decir, el Santo, bendito sea, proveyó a Yitzhaq/Isaac para que estuviera presente durante la ancianidad de Ab’Raham/Abraham.

De hecho, según el orden hebreo el texto diría literalmente: “Y concibió y engendró Sarah para Ab’Raham hijo para su ancianidad.” De manera que, aún quedaría más patente lo que aquí estamos diciendo. Es de ahí de donde podemos aprender justamente eso, que los hijos debemos estar presentes cuando los padres son ancianos. Pues, tal y como dice en el libro de Mishlei/Proverbios:


Oye a tu padre, éste te engendró; y no desprecies a tu madre cuando sea anciana. (Mishlei/Proverbios 23:22).


Así también, como parte del pueblo del Eterno, cumplimos con el mandamiento dado por Él de honrar a los padres.

SEGÚN LA PALABRA DE ELOHIM

En los dos primeros versos hay un concepto que se repite hasta en tres ocasiones. En el verso 1 dice que “יהוה tuvo en cuenta a Sarah como dijo”, luego que “יהוה hizo a Sarah según la palabra[2]”, y al final del versículo 2, dice que el embarazo y parto de Sarah/Sara ocurrió, de nuevo, “según la palabra de Elohim.”

Esto es totalmente cierto, pues como vimos en Bereshit/Génesis 17:15, 19; 18:10, 14, יהוה había prometido con anterioridad lo que estaba ocurriendo ahora. Pero, ¿por qué esta insistencia? Hay al menos dos razones.

Recordar la fidelidad del Eterno

Cuando יהוה anunció que Sarah/Sara sería madre, cuando prometió regresar y visitarla, no era simple palabrería para dar falsas esperanzas, sino que Él se estaba comprometiendo a llevar a cabo lo que estaba diciendo. Como dice la Escritura:


“La gloria de Israel no miente.” (Shemu’El Álef/1 Samuel 15:29, BTX4).


Cuando יהוה dice que hará algo, podemos estar seguros de que así será. Pues, tiene todo el poder para llevar a cabo lo que promete. Él hace que lo seco reverdezca, que lo estéril fructifique y que lo muerto resucite. Es la imagen que encontramos desde el principio, tal y como venimos aprendiendo. Y es la imagen que encontramos hasta el final.

Del mismo modo que Él visitó a Sarah/Sara conforme a su Palabra, así como hizo por ella como dijo e igual que cumplió lo prometido, de la misma manera יהוה actuó en favor primeramente de su pueblo, luego también de los gentiles, conforme a su palabra, conforme a su promesa, a su pacto, por medio de la redención que se hizo eficaz gracias a la sangre del Mesías.

Es evidente que Él no hará aquello que no ha prometido, pero podemos estar cien por cien seguros de que sí cumplirá aquello con lo que se ha comprometido.

Crecer en la certeza de que יהוה es el único Dios verdadero

יהוה había anunciado de manera temprana y anticipada el nacimiento de Yitzhaq/Isaac. Recordemos que pasaron más de veinticinco años entre el primer anuncio hasta su cumplimiento. Y esto es algo que sólo puede hacer el Eterno. Pues como dijo por boca del profeta:


Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré. (Yesha’Yah/Isaías 46:9-11, BTX3).


Así que, el anuncio temprano y anticipado de lo venidero es un distintivo exclusivo de nuestro Elohim. De hecho, cuando prestamos atención a las palabras dichas por Dios mismo, sea de manera directa o por medio de un mediador, un ángel, desde el capítulo 1 de Bereshit/Génesis hasta aquí, lo que uno encuentra, de forma mayoritaria, es que la palabra de יהוה se cumple, sea en un sentido más inmediato como en la creación, sea en un sentido negativo como en las consecuencias por el pecado, o bien sea en un sentido positivo como en el cumplimiento de las promesas.

En definitiva, lo que ambos puntos revelan es que el Dios que se dio a conocer a Mosheh/Moisés bajo el nombre de יהוה, es El Shaddái. Ese es el Dios de nuestros padres y necesitamos conocerle.

Bienvenido al origen.


[1] Además, más adelante se añade una referencia aún más concreta, como es su edad (Bereshit/Génesis 21:5).

[2] En hebreo el término que se usa aquí es precisamente dbr sin el artículo. Por lo tanto, también se podría traducir por “según su palabra.” Además, aunque dbr significa principalmente palabra, dado el contexto en el que estamos, también se podría entender como declaración o promesa, ya que יהוה le había prometido un hijo a Sarah/Sara.


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