INTRODUCCIÓN AL CAPÍTULO 1 DE BERESHIT
En esta introducción al capítulo 1 de Bereshit nos centraremos en ver cuál debe ser la extensión de texto a estudiar.
Desde hace ya algún tiempo la gran mayoría de traducciones de la Biblia dividen los libros en capítulos y versículos, un número grande para los capítulos y un número pequeño para los versículos. Sin duda, este fue un gran invento. La división en capítulos y versículos nos ayuda a encontrar un pasaje en concreto. Pero la Biblia no siempre tuvo estas divisiones.[1]
Cuando יהוה inspiró las Escrituras, los respectivos autores escribieron los libros sin ellas. (De hecho, en el hebreo antiguo, el idioma original en el que fue escrito el Tanak, ni siquiera existen los signos de puntuación). Así que los manuscritos del Tanak no tenían la división de capítulos y versículos. Por tanto, es obvio que no son inspirados, y esto es algo a tener en cuenta. Realmente damos gracias a יהוה por los hombres que las inventaron pero, aunque la mayoría de las veces están hechas con mucho sentido, a veces interrumpen las divisiones naturales que surgen del propio texto. Y esto es lo que ocurre con el capítulo uno.
En Bereshit/Génesis 1 se narran los seis primeros días de la creación, empieza en el verso 1 y termina en el 31. Después empieza el capítulo 2 narrando el final de la creación y el séptimo Día, versos 1 al 3 del capítulo 2. Y luego, en el verso 4, leemos una frase que funciona a modo de título.
La creación
1 1 En principio Elohim creó los Cielos y la Tierra. (…) 31 Y Elohim vio todo lo que había hecho, y… ¡Mira! Era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el Día sexto. 2 1 Y fueron acabados los Cielos y la Tierra, y todo su ejército. 2 Y Elohim acabó su obra, la que Él hizo, en el Día séptimo, y en el Día séptimo reposó de toda su obra, la que Él hizo. 3 Y Elohim bendijo el Día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda su obra, la que Elohim creó e hizo. El hombre en el huerto de Eden 4 Estas son las historias de los Cielos y de la Tierra. Cuando fueron creados, el día que יהוה Elohim hizo Tierra y Cielos… |
Sabemos que el primer relato de Bereshit/Génesis es la semana creativa, y sabemos también que una semana dura siete días, entonces ¿por qué separar la semana creativa en dos capítulos? ¿No hubiera sido mejor terminar el capítulo 1 después del séptimo Día? Esto es lo que queremos responder en esta introducción al capítulo 1 de Bereshit/Génesis. Al fin y al cabo tan sólo se usan tres versículos para su narración.
Obviamente, en este caso se hubiera podido dividir el relato de otro modo. Por ejemplo, en lugar de terminar el capítulo 1 en el verso 31, se hubiera podido terminar en el verso 3 del capítulo 2 y que este empezara directamente en el versículo 4. El resultado sería que el capítulo 1 tendría 34 versículos y que el versículo 4 del capítulo 2 pasaría a ser el versículo 1. Con esta división el capítulo 1 abarcaría los siete días de la semana creativa, y el capítulo 2 empezaría con una nueva sección.
La creación
1 1 En principio Elohim creó los Cielos y la Tierra. (…) 31 Y Elohim vio todo lo que había hecho, y… ¡Mira! Era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el Día sexto. 32 Y fueron acabados los Cielos y la Tierra, y todo su ejército. 33 Y Elohim acabó su obra, la que Él hizo, en el Día séptimo, y en el Día séptimo reposó de toda su obra, la que Él hizo. 34 Y Elohim bendijo el Día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda su obra, la que Elohim creó e hizo. Las historias de los Cielos y de la Tierra 2 1 Estas son las historias de los Cielos y de la Tierra. Cuando fueron creados, el día que יהוה Elohim hizo Tierra y Cielos… |
Para apreciar hasta qué punto es importante esta división, fijémonos por ejemplo en cómo altera nuestra concepción sobre el clímax de la creación. Si el capítulo 1 termina en el verso 31, da la impresión que el final de la creación es la humanidad. Luego, el capítulo 2 abre una nueva sección con el día de reposo, como si fuera algo aparte. Por tanto, según esta división el género humano parece el punto más elevado en la escalera creacional y no el día de reposo, cuando en realidad es todo lo contrario, como veremos en su momento.
Así que en el presente comentario, con la finalidad de abarcar toda la semana entera y no sólo los seis primeros días, trabajaremos con la división sugerida, pues el relato fluye de una manera más natural, crea secciones más orgánicas, y ayuda a comprender e interpretar mejor todo lo narrado durante la misma.
Bienvenido al origen.
[1] La primera Biblia impresa que incluyó totalmente la división de capítulos y versículos fue la Biblia de Ginebra, que se publicó en 1560, en Suiza. Para más información véase este artículo de Aleteia.
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